Este viernes 22 de septiembre llega (oficialmente) la primavera.
¿La primavera?
Bueno, si estás en el hemisferio sur, pues sí, el equinoccio de primavera marca el inicio de una de las estaciones más bonitas para cualquier ciudad, una donde el verdor comienza a emerger después de la larga siesta que representaron los tres meses de invierno. Y si hay una ciudad que comienza a brillar durante esta temporada, es sin duda Buenos Aires, que dentro de su oferta para visitantes y locales incluye una buena cantidad de parques para visitar y disfrutar del buen clima junto a los amigos, la familia o solo con un buen libro.
Compartimos algunas de nuestras recomendaciones, desde la experiencia 😉
Parque 3 de Febrero o los Bosques de Palermo.
Comenzamos por todo lo alto. Si a usted le gusta escapar un rato del bullicio de la ciudad y darse un tiempo para relajarse, hacer ejercicio o simplemente caminar en medio de la naturaleza, el Parque 3 de Febrero es un lugar que no puede dejar de visitar. Los llamados Bosques de Palermo son 40 hectáreas de espacio verde y caminerías ideales para jugar, pasear en bicicleta o patinar, o solo sentarse a la sombra de un árbol y disfrutar de un tradicional mate. Este enorme complejo, ubicado en el también extenso barrio de Palermo y flaqueado por las Avenidas Libertador y Figueroa Alcorta, es de fácil acceso gracias a la numerosa cantidad de rutas de autobús que hacen parada a lo largo y ancho del mismo. Dos de las atracciones más destacadas que puede encontrar son el Rosedal y el Planetario Galileo Galilei; para no dejar de visitar ninguna de las dos. Si es aficionado al avistamiento de aves, prepare entonces su cámara para capturar a algunos de los residentes emplumados de este pulmón de la ciudad.
Jardín Japonés
Se podría considerar que el Jardín Japonés es parte del mismo complejo del Parque 3 de Febrero, pero es un lugar tan particular que merece una mención aparte. Con cincuenta años de historia en su haber, celebrados reciéntemente por todo lo alto, el Jardín Japonés es un espacio de encuentro con la naturaleza con una mística particular. A pesar de estar localizado en pleno barrio de Palermo, el más extenso de la ciudad, el Jardín Japonés irradia una serenidad difícil de igualar. Además de ser un espacio de prominente flora y fauna, el Jardín Japonés es también un espacio de encuentro cultural, albergando regularmente actividades relacionadas con Japón que puede consultar aquí.
Jardín Botánico
Si ya está en Palermo, lo ideal entonces es completar la trifecta de parques de la zona y darse una pasada por el Jardín Botánico de Buenos Aires Carlos Thays. Junto a la concurrida avenida de Santa Fe y muy cerca de Plaza Italia y La Rural, el Jardín Botánico de Buenos Aires es un maravilloso enclave de flora en medio de una de las zonas más transitadas de la ciudad. El Jardín se erige sobre casi 80.000 metros cuadrado de extensión, cubiertos de más de 1.500 especies vegetales y de hermosos esculturas que lo dotan de una sobriedad y elegancia clásica, además de, claro, una gran belleza. También posee cinco invernaderos, el mayor de ellos en un llamativo estilo característico de la Europa de principios de siglo XX, que albergan colecciónes de helechos y bromelias.
Por cierto, ya que antes mencionamos la yerba mate; una de las curiosidades del Jardín Botánico es el hecho que alberga plantas de esta hierba tan ligada a la cultura argentina, siendo de hecho el lugar donde se experimentó su cría a nivel industrial por el epónimo Carlos Thays en lo que es, sin duda, uno de sus aportes más importante a la cultura cotidiana del país.
Barrancas de Belgrano
Cerramos con una pequeña-gran joya de la zona norte de la ciudad, el Parque Barrancas de Belgrano. Diseñado por el prolífico Carlos Thays, el mismo de los Bosques de Palermo y que brinda nombre al Jardín Botánico, Barrancas de Belgrano es una gran pausa posterior, o anterior, a su visita al Barrio Chino de Buenos Aires, debido a su cercanía con esta famosa atracción. Flanqueadopor la Avenida Juramento, las tres manzanas que componen el parque se caracterizan su exuberante verdor, su bella glorieta y por su pendiente de la cual proviene su nombre. Es un espacio ideal para pasear, para tomar el sol y para visitar con mascotas, las cuales pueden verse jugar por todo el parque a lo largo del día. Una gran forma de cerrar este recorrido por los grandes parques de la ciudad.
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