Cuando hablamos de Estados Unidos, se nos vienen un montón de lugares para visitar a la mente: Disney World, El Empire State Building, el Paseo de las Estrellas en Hollywood, las Cataratas del Niágara, el Álamo… por solo nombrar algunas de las atracciones más conocidas de este enorme país. A eso podemos sumar la innumerable cantidad de aventuras que podemos vivir, desde las más glamourosas en Las Vegas o Nueva York, hasta las más naturales en el Gran Cañón y sus alrededores, llenos de maravillas naturales y joyas para descubrir.
Pero si hay algo que nos puede ofrecer el vecino del norte es cultura, algunos de los museos más importantes de américa, y algunos de los más curiosos, se encuentran diseminados a lo largo y ancho del territorio estadounidense. Hoy les comentaremos algunos de los más importantes, esos que no pueden faltar en ninguna visita a las ciudades que los albergan. Así que, sin más preámbulo, demos un viaje para aprender por los Estados Unidos.
Una gran manzana rica en arte
Cuando hablamos de museos y de Estados Unidos, es imposible no comenzar por el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, o el Met, como se le conoce popularmente. La colección del Met es tan enorme como diversa e histórica, abarcando obras de las grandes civilizaciones como la griega, la romana, la egipcia, la islámica o la bizantina. Incluye trabajos de grandes maestros como Goya, el Greco, Van Gogh, Degas, Picasso, Renoir, por nombrar solo alguno de los más conocidos.
Si lo suyo es el arte moderno, entonces la primera parada debe ser el Museo Guggenheim de Nueva York. El edificio en si mismo, al igual que su contraparte en Bilbao, es una obra de arte, un prodigio del diseño del gran Frank Lloyd Wright. Su interior alberga piezas que abarcan desde el Impresionismo, hasta los artistas más vanguardistas del periodo contemporáneo. Cézanne, Chagal, Duchamp, Kandinsky, Pollock, son algunos de los artistas cuyas obras descansan en este espectacular museo.
Hay vida más allá de Nueva York
Claro está, hay más vida lejos de la gran metrópolis que es Nueva York. Un salto hacia el centro del mapa nos trae hasta Chicago, hogar del mítico Art Institute of Chicago. Sin nada que envidiar al Met, el Art Institute alberga obras famosísimas del arte americano como Nighthawks de Edward Hopper el Gótico Americano de Grant Wood. A eso sumemos obras como Tarde de Domingo en la isla de la Grande Jatte de Seurat, En El Moulin Rouge de Toulousse Lautrec, y nos faltaría espacio para la lista de obras que vale la pena visitar en este templo del arte.
Aunque claro, si lo suyo es más lo pragmático que lo artístico, seguramente no querrá perderse el visitar el Museo de Ciencia e Industria de Chicago, la segunda institución cultural más popular de la ciudad en los últimos años. Con sus más de 2.000 piezas diseminadas en 75 salas, este museo es un tributo al ingenio humano, abarcando temas como aviación, ferrocarriles y divertidos experimentos para explicar algunos principios técnicos elementales.
De importancia capital
Una visita a Washington es una visita a una ciudad que es prácticamente un museo en si misma. Ya sea que visite el Monumento a Washington, el Monumento a Lincoln, el Monumento a Jefferson, el Capitolio o la Casa Blanca, Washington exuda historia en cada rincón y en cada calle. Hay dos instituciones que por encima de cualquier otra, se han convertido en destinos fijos de los visitantes de la capital estadounidense.
La primera parada es la Galería Nacional de Arte, una institución creada por resolución del Congreso en 1937, y nutrida de las colecciones privadas de americanos pudientes que las pusieron a disposición del público y que hoy son curadas y expuestas en la Galería. Dicha muestra incluye piezas de los grandes maestros, como Rafael, Rembrandt e incluso, Da Vinci, además de maestros modernos como Gaugin o Cézanne. Junto a los más grandes exponentes de la historia de la pintura, también se exhiben obras de los más destacados norteamericanos como Mary Cassat, Thomas Cole, famoso por sus retratos de los padres fundadores de los Estados Unidos, incluyendo su casi legendario retrato inacabado de Washington. La experiencia no termina allí, ya que con solo salir podrá disfrutar del Jardín de Esculturas y su moderna colección de esta disciplina.
El otro lugar, claro está, es el Instituto Smithsonian. Seguro, es archiconicido por su Museo Nacional del Aire y del Espacio, probablemente su recinto más popular por albergar verdaderos tesoros de la aeronáutica y la carrera espacial, incluyendo el avión de Charles Lindbergh, El Espíritu de San Luis, o el módulo de comando del Apollo 11, primera misión tripulada en arribar a la luna, llevando consigo a Neil Armstrong, primer humano en pisar el satélite natural.
Sin embargo, el Instituto Smithsonian no solo se limita a esta colección, sino que también gestiona una numerosa cantidad de museos entre los que se incluye: El Museo de Arte Americano, El Museo de Arte Africano, la Galería Nacional de Retratos y además de varios museos dedicados a las culturas que componen a los Estados Unidos, como la Afroamericana o la Nativo Americana, además del Centro Latino, por nombrar algunos destacados.
Ahora, si de museos “curiosos” se trata, Washington también le ofrece opciones interesantes, aunque ninguna como el Museo Internacional del Espionaje, una institución dedicada a la ha profesión que han inspirado centenares de novelas y películas.
Esto solo son algunas de las ciudades más importantes y sus museos más destacados, en una próxima entrega, daremos otro paseo por ciudades como Seattle, Miami y San Francisco. ¡Hasta la próxima!
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