Decir octubre es, sin duda, pensar en una de las fiestas más icónicas,y, por qué no decirlo, populares del mundo, el Halloween. Solo decir la palabra conjura imágenes de disfraces, calabazas, espantos y bromas, casi todo con esos tintes naranjas y negros que caracterizan este día. Seguro, el Halloween es una buena excusa para celebrar y pasar un rato divertido con los amigos. Pero, todo esto tuvo que haber salido de algún lado, ¿cierto?
Una noche para todos… los santos.
Halloween es, literalmente, la contracción de la frase “All Hallow’s Eve”, que traducido al español quiere decir Víspera de todos los Santos, una fiesta del calendario de celebraciones cristianas. Existe consenso académico que esta fiesta seguramente remonta sus raíces al Samnhain de los paganos, una celebración del fin del verano y la época de la cosecha. Se consideraba entonces un día que marcaba una frontera entre épocas, verano e invierno, y por tanto un día en que los límites entre el mundo real y el espiritual se hacían más difusos.
Con la llegada del cristianismo, por un tema práctico y ligeramente irónico, la iglesia aprovechó la celebración pagana para establecer su propia conmemoración, el Día de todos los Santos, fecha que conmemora a las almas que salen del purgatorio hacia el cuelo. Si bien todos conocemos el Halloween hoy como una fiesta bastante secular, con sus bromas, disfraces y dulces; lo cierto es que su origen es completamente “espiritual. Y quizás precisamente por eso es que sea un día donde los espíritus, los espantos y los lugares embrujados toman un protagonismo tan grande, porque la frontera es bastante difusa ese día.
Una noche de fiesta.
Además de las bien conocidas tradiciones de pedir dulces de puerta en puerta (dulce o treta!), de disfrazarse o de tallar calabazas en diseños cada vez más impresionantes, la noche de Halloween es fundamentalmente una noche de celebrar, de fiesta.
Por ejemplo, en la ciudad de Nueva York se celebra anualmente el Desfile de Halloween del Village, un espectacular desfile donde el público puede participar, con un buen disfraz. El de este año se celebrará el jueves 31 de octubre, y si quieres saber más sobre el mismo, puedes consultar haciendo click aquí (en inglés).
Otro destino que se vuelve muy atractivo en la Noche de Brujas es Orlando. Practicamente todos los grandes parques de la ciudad hacen su propia fiesta de Halloween, desde Disney, pasando por Sea World hasta Universal Studio. El portal VisitOrlando ofrece una muy buena lista de las actividades y celebraciones para este día a lo largo y ancho de la ciudad. Aunque si de fiestas de disfraces se trata, pocas superan el colorido y diversión del Fantasy Fest en Key West. Una celebración de 10 días en plena calle Duval, la más famosa arteria comercial de esta ciudad estadounidense.
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